Mientras Elías y Mei caminaban hacia el café, un sonido fuerte y agudo resonó en la estación. Ambos se detuvieron y miraron a su alrededor, tratando de identificar la fuente del ruido. De repente, un pequeño robot con ruedas apareció de la nada, zigzagueando entre los pasajeros.

Elías y Mei se miraron sorprendidos. "¿Qué es eso?" preguntó Elías, señalando al robot.

Mei frunció el ceño, claramente intrigada. "No lo sé, nunca he visto algo así aquí antes."
El robot se detuvo frente a ellos y, para su sorpresa, comenzó a proyectar un holograma. En el holograma, apareció un mensaje parpadeante: "¡Ayuda requerida! ¡Sigue al robot!"

Elías y Mei intercambiaron miradas, sus corazones latiendo con emoción y curiosidad. "¿Qué hacemos?" preguntó Mei.

Elías sonrió, sintiendo la adrenalina correr por sus venas. "Creo que deberíamos seguirlo. Esto podría ser el comienzo de una gran aventura."

Mei asintió, su rostro iluminado por la emoción. "¡Vamos!"